lunes, 20 de junio de 2016

¿Por qué Dios dejó que me enfermara de ELA?


En verdad no me he preguntado  ¿Por qué me enfermé de ELA? y menos me he atrevido a cuestionar a Dios diciéndole: “Dios ¿Por qué permitiste que me diera esta enfermedad?”; Pero muchas personas sí me lo han preguntado a mí, a los cuales yo les he dicho: ¿Por qué debo preguntarle eso al Señor si Él puede hacer conmigo como Él quiere? Él me hizo y yo soy de Él y Él es el Creador mío. Así como un alfarero es el creador de sus vasijas y el alfarero hace con su vasija lo que a él le parece, así el Creador de todas las cosas puede hacer con su creación como Él desea, entonces pregunto ¿Podrá hacer Dios conmigo lo que Él quiera? ¡Creo que sí!  Y no necesita tener la aprobación de nadie para hacer lo quiere, cuando quiere y cómo quiere; por eso ahora cuestionarlo a Él sólo porque me ha tocado padecer esta enfermedad terrible y dolorosa no es una actitud sabia.



ANA VICTORIA SANZ: ¿Por qué tengo ELA? Sólo mi Señor 
sabe, y yo sólo le doy gracias, mientras veo, para sorpresa
 mía, que desde que tengo esta enfermedad,  el Señor 
ha hecho de mí una mejor Ana Victoria…  en estos 
peores años de mi vida mi Rey ha logrado hacer de 
mí una persona que ve la vida y a la gente más como Él la ve.


Seria necia si le preguntara al Señor ¿Por qué? Primero porque no soy nada buena, y es que no hay nadie bueno en esta tierra como dice la biblia    …No hay justo, ni aun uno;  No hay quien entienda, No hay quien busque al Señor. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”  Romanos 3:10-12 Y yo no soy la excepción, pues para pecadora yo, que todos los días requiero de la misericordia nueva que el Señor me da cada mañana de lo contrario sería consumida con su fuego consumidor, pues aunque quisiera hacer siempre lo correcto y que mis acciones y pensamientos fueran siempre agradables a Dios no es así; la verdad tiendo a pecar en cualquier cosa. Sinceramente, si no fuera por la gracia del Señor Jesús no tendría ninguna esperanza de salvación y vida  y es a esa gracia y a esa misericordia  de ÉL que se aferra mi fe…
Y Segundo, porque es fácil recibir lo bueno de el Señor, disfrutar de las bendiciones,  pero ¿Recibir lo malo? ¿las pruebas? ¿las dificultades?¿El dolor? ¿La enfermedad? ¿La muerte? ¡Eso sí que no nos gusta! sin embargo, no debe ser así, porque es insensato y de necio sólo aceptar de el Señor las cosas buenas, pero cuando vienen las malas, las que nos causan aflicción, entonces renegamos del Señor y creemos que no merecemos que nos pasen esas cosas, sin embargo ¿Quiénes nos creemos? para cuestionar al Creador y para decirle qué hacer y qué no hacer con nosotros.
En las Sagradas Escrituras hay una gran historia de un hombre llamado Job que se puede leer en el libro con ese mismo nombre, en el se narra que Satanás se presenta ante el Señor, allí el Señor le hace referencia a éste de su siervo Job haciendo mención del temor, fidelidad e integridad que Job tiene hacia ÉL, Pero Satanás le asegura al Señor que Job  es así, porque Él lo bendice y para demostrarle que es así le pide permiso para afectar la vida de Job en todo los sentidos con el fin de que Job pecara contra el Señor.
El Señor accede a la solicitud de Satanás para afectar a Job y éste en un día acabó con todos sus bienes, ganados, riquezas y no conforme con eso hizo que se cayera la casa donde estaban todos sus hijos, sus siete varones y  sus tres hembras, haciendo que se murieran todos; en ese mismo día acabó con su economía, su patrimonio de toda una vida, su familia y  sus emociones; pero Job en medio de su desgarrador dolor al ver todo aquello no dijo ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? al contrario sólo tomó una actitud de humildad y en aquel desolador cuadro reconoció la Soberanía del Señor diciendo: “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El Señor dio y el Señor quitó; bendito sea el nombre del Señor“.
Nuevamente, Satanás se presenta ante el Señor de los cielos y la tierra y de nuevo el Señor le refiere a Job y le dice: “«¿De dónde vienes?»Y Satanás le contestó:«Vengo de andar recorriendo la tierra.»El Señor le preguntó:«¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay nadie en la tierra que se le compare? Es un hombre de conducta intachable; no le hace mal a nadie, y es temeroso de Dios. Tú me incitaste a hacerle daño, y a que sin ningún motivo lo arruinara, y aun así él sigue siendo un hombre intachable.» Pero Satanás le respondió al Señor:«Todo es cuestión de dar y recibir. La gente es capaz de darlo todo, con tal de salvar el pellejo.Pero quítale a Job tu protección, tócalo en su propio cuerpo, ¡y ya verás cómo blasfema contra ti en tu propia cara!»”Job 2:3-5
El Señor le dio permiso a Satanás y éste tocó a Job con una terrible enfermedad sin cura para esa época, hace miles de años, la sarna, la cual no tenía remedio y quien la padecía era consumido por ella, así como es una ELA para el día de hoy que quien la tiene no tiene cura, aunque la sarna creo que era peor, pues además de ser desesperante, picar muchísimo y tener un pronostico de muerte nadie quería acercarse a la persona, porque se contagiaban, en el caso de Job, el Señor no le permitió al adverso matar a Job, pero si llevarlo hasta lo más extremo del sufrimiento; no conforme con eso sus amigos lo acusaban de que estaba así por pecador, por malo, porque estaba pagando una ¿Quién sabe que cosas malas le estaba cobrando El Señor? su esposa al verlo así llena de reproches le dijo:le dijo: «¿Todavía insistes en seguir siendo perfecto? ¡Maldice a Dios, y muérete!»  Pero Job le respondió: «Hablas como una de tantas necias. ¿Acaso hemos de recibir de Dios sólo bendiciones, y no las calamidades?» Y aun así, Job no pecó ni de palabra.
Por eso, aunque no le llego ni a los pies, yo como Job, digo: "El Señor me dio la salud y Él me la quitó sea su Nombre glorificado, sea enaltecido mi Hacedor y aunque no entiendo, no cuestiono, sólo alabo, entenderé después y si no aquí cuando esté allá con Él en la gloria eterna". Mientras aquí acepto con valor y fe esta enfermedad y le doy gracias al Altísimo Rey de Gloria que en mí debilidad Él es mi fortaleza. En  tanto paso por este valle de sombra, dolor y muerte  sólo recuerdo aquel texto que dice en Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien”, creo que cual sea la razón por la que mi Señor me ha permitido vivir con esta ELA es buena y tiene un buen fin y me beneficiará aunque sienta todos los terribles síntomas y dolores que ella me provoca, pues la voluntad del Señor es "buena agradable y perfecta".
Esta enfermedad ha sido un proceso no esperado, largo, duro, doloroso y pesado para mi, para mi familia, para nuestra economía y para nuestras emociones; en él me han compadecido, otros más religiosos me han juzgado como a Job, otros me han incomprendido,  y otros simplemente me olvidaron; Pero he notado, a pesar de todo, que han sido mis mejores tiempos y es que  noto, para sorpresa mía, que desde que tengo ELA me he ido convirtiendo en una mejor ANA VICTORIA, creo que el Señor ha ido sacando lo mejor de mí en estos peores años de mi vida y estoy segura de que aún queda por sacar, porque todavía creo que falta bastante, pues hay una cantidad de imperfecciones aún, pero sigue el proceso ¿Quién sabe hasta cuando?
El Señor tiene su particular forma de actuar para modelar la vida, transformar los carácteres  y perfeccionar como Él quiere a su creación, por eso sea que me muera como dice el pronóstico final para los que padecen esta enfermedad o sea que ocurra en mí un milagro de sanidad yo sé que Él sabe lo que hace conmigo y por lo tanto hago descansar mi confianza sólo en Él.
Benditos seas Señor y Hacedor de Maravillas, mi alma te alaba y tú lo sabes bien!

Tengo ELA, TENGO ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA, UNA ENFERMEDAD RARA, ENFERMEDAD DE LA NEURONA SUPERIOR 

No hay comentarios:

Publicar un comentario